OPINION por Luis Maria Alonso
El 20 de noviembre de 1980 se estrenó en nuestro país la película ¿Dónde está el piloto? de origen estadounidense dirigida por David Zucker, Jerry Zucker y JimAbrahams. Esta era una comedia donde el piloto de un jet se enferma y un piloto neurótico toma los controles del avión. Una comedia desopilante. Esto llevado a la realidad argentina podemos llegar a decir que para los ojos propios y ojos de otros países, nos preguntamos y se preguntan ¿dónde está el presidente?
Pareciera que está alejado de la realidad, tomando medidas absurdas que empeoran cada vez más la situación del país. Por primera vez en muchos años la gente salió a protestar por la educación. En medio de la pandemia y con la segunda ola de contagios cada vez más alta, decide suspender las clases presenciales diciendo que las escuelas son focos de contagio. La realidad muestra todo lo contrario, desde que se inició el ciclo lectivo se produjeron menos del 1% de casos de COVID en las escuelas. Esta medida totalmente inconsulta tomada para el AMBA, desconoció la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, violando claramente la Constitución Nacional. Esto trajo aparejado una serie de recursos judiciales (amparos, denuncias de un lado y de otro), enturbiando cada vez más el accionar político y profundizando la grieta.
La ciudad de Buenos Aires es el enemigo elegido por el gobierno para destruirlo. Comenzaron el año pasado quitándole recursos de la coparticipación federal, y ahora con un enfrentamiento estéril en detrimento de la educación. La Corte Suprema de Justicia de la Nación quien tiene competencia para resolver la cuestión de fondo, si clases presenciales sí, si clases presenciales no, está demostrando un lento proceder, mientras la incertidumbre es cada vez mayor en la sociedad.
Esta jugada sucia del gobierno nacional en contra de la ciudad capital, es obra de la vicepresidenta que sigue actuando en las sombras del poder, haciendo de Alberto Fernández un jefe de estado opacado por decisiones de otros y no suyas. Está claro que la educación no interesa. Es mejor tener una sociedad inculta sin educación, y de esa forma cuanto más ignorantes sean, mejor se la puede manejar. Triste realidad. Lo importante es mantenerse en el poder, aunque sea a costa de tener un pueblo ignorante.
Nicolás Trotta, ministro de educación nacional horas antes del anuncio del presidente, había afirmado la necesidad de seguir con la presencialidad en las escuelas. Después Alberto Fernández lo desautorizó. Trotta no dijo una sola palabra. No renunció. Si tuviera conducta lo hubiera hecho. Pero la conducta se le extravió.
¿QUIÉN SE RELAJÓ?
Alberto Fernández contotal desparpajo dijo que el sistema de salud se relajó. En forma inmediata salieron desde todos los ámbitos a responderle y refutarlo. Algo totalmente inaceptable, cuando médicos, enfermeros, mucamas, camilleros, conductores de ambulancias, personal administrativo de la salud y otros, están trabajando a destajo desde comienzo de la pandemia, sin vacaciones, sin licencias, con sueldos vergonzosos, sin estar vacunados muchos de ellos. Eso sí, ninguno de ellos tuvo acceso al vacunatorio VIP. Un bono de $6000,00, cuando la inflación no les permitirá comprar casi nada. Entonces,¿ de que relajo habla el presidente?. Quién se relajó es él.
Las vacunas llegan a cuenta gotas. El año pasado se dijo que para esta fecha más de 20 millones estarían vacunados. Hoy solamente apenas 5.913.743 con una sola dosis, y 851.061 con dos dosis. El gobierno miente. El gobierno no informa correctamente. El gobierno hace el peor manejo de la pandemia desde todo punto de vista. La salud, la economía, la educación, la justicia, la seguridad se derrumban día a día. Eso sí, abrimos un consulado en Playa del Carmen (México), algo realmente prioritario para las necesidades de Argentina. Algún funcionario despedido estará esperando su nombramiento como cónsul en ese lugar. En cualquier momento Ginés González García asume. Nada debe extrañarnos. Todo es posible.
Argentina sin rumbo. Argentina tristemente se asemeja a una película de terror. ¿Dónde está el piloto? ¿Dónde está Alberto Fernández? Argentina necesita un presidente. La luz al final del túnel no la vemos.